A veces la vida apremia como estallido,
para descubrir que estamos vivos....
Va por ti, Emilio
¡No te rindas!
Aunque yo me rinda,
aunque en mí no quede
ni un solo suspiro,
ni la luz de luna
de todas mis noches.
Aunque atrás quedara
el delirio eterno
de sana locura,
que fueron mis pasos
después de la cuna.
Aunque ya no queden
risas ni quebrantos
Pero...¡No te rindas!
despierta las horas
el sol amanece,
¡Sigue tu camino!
compañero tuyo
compañero mío...